El tubo cuadrado se utiliza generalmente para fines estructurales y de mantenimiento, como la construcción de edificios, barandillas y postes de señalización. Se mide por sus dimensiones exteriores y su grosor, tomando las paredes exteriores (que son del mismo tamaño) y luego el espesor de la pared. Ventajas respecto al tubo redondo Respecto al tubo […]
Última modificación: 28 octubre 2023
El tubo cuadrado se utiliza generalmente para fines estructurales y de mantenimiento, como la construcción de edificios, barandillas y postes de señalización. Se mide por sus dimensiones exteriores y su grosor, tomando las paredes exteriores (que son del mismo tamaño) y luego el espesor de la pared.
Respecto al tubo redondo tiene algunas ventajas como un peso superior por pulgada, una característica muy valorada en la construcción de estructuras pesadas, además de la resistencia y fiabilidad que aporta cuando la dirección de la fuerza (desviación de la horizontal y de la vertical) es conocida o está controlada. El tubo cuadrado también permite una soldadura más fácil de varios tubos, uniendo sus extremos.
También es más fácil de almacenar que un tubo redondo, apilándolo.
Los materiales más utilizados para fabricar este tipo de tubo son aluminio y acero, aunque el hierro también es ampliamente utilizado por su tenacidad en estructuras donde el riesgo de óxido no sea relevante. Están disponibles en muchas longitudes de almacenaje, que normalmente van de 60 cm a 7 metros, aunque pueden fabricarse a medida.
El estándar europeo que regulan la fabricación de tubos estructurales es la norma EN 10210.
El aluminio es un metal más ligero que el acero (tres veces más), por lo que es muy apreciado en la fabricación de componentes metálicos especialmente en sectores relacionados con el transporte. Por eso el tubo cuadrado de aluminio se usa especialmente en industria automovilística y aeroespacial, y también en barreras, puertas, cercas, pasamanos, bastidores para bicicletas y fabricación en general, y puntualmente para grandes estructuras como la construcción de viviendas, donde es necesaria su fuerza moderada sin el peso adicional que supone el acero. En lugares con temperaturas extremas, sin embargo, el aluminio corre el riesgo de destruirse, ya que tiene menos resistencia a la corrosión que el acero.
En general, el tubo cuadrado de aluminio aporta:
Al ser una aleación (hierro y carbón) tiene muchas propiedades interesantes. Es un material más pesado que el aluminio (tres veces más), por lo que es especialmente valorado para su uso en estructuras pesadas y/o que requieren resistencia a la corrosión y las temperaturas extremas, como por ejemplo la construcción tanto de viviendas como de grandes estructuras, como puentes, carreteras o plantas petrolíferas o gasísticas.
Es fácil de soldar, y tiene una facilidad de corte, moldeado y mecanizado moderados, ya que se trata de un material muy denso.
En general, el tubo cuadrado de aluminio aporta:
Aunque es muy importante su uso en la construcción y en la industria del transporte, no nos podemos olvidar de la gran cantidad de aplicaciones que tiene el tubo cuadrado en industrias tan dispares como la de mobiliario urbano -bancos, postes, etc.- o doméstico -estanterías, estructuras de sofás, camas, etc.-, señalización, etc.
Los tubos cuadrados de acero se pueden fabricar soldados (con costura) o sin costura. En el caso de la fabricación sin costura, se puede usar la técnica de extrusión o del estirado en frío. Los tubos sin costura suelen tener poca capacidad de soportar cargas localizadas, por lo que no son adecuados para construcción de grandes edificios. A este efecto suelen usarse tubos soldados o soldados en frío.
En la fabricación de los tubos soldados, se usa una placa plana de acero que se dobla gradualmente hasta lograr un tubo redondo. Después de soldar el borde, el tubo pasa por un conformado en el que se aplanan las paredes hasta lograr forma cuadrada o rectangular.
El material y el uso al que se destinará el tubo determina qué tipo de corte necesita, ya que las fábricas manufacturan piezas grandes que luego serán mecanizadas para su uso final.
Los tubos estructurales para construcción o señalización generalmente se cortan con métodos de arranque de viruta más económicos, en los que las tolerancias -precisión de corte- pueden ser más altas, como el aserrado con sierra cinta o con disco, mientras que los tubos para industria de automoción o mobiliario suelen requerir una precisión mayor y por lo tanto métodos de corte con tolerancias bajas, como el córte por láser o por disco.
Si nos fijamos en el material, los tubos de hierro requieren corte con láser o sierra cinta, ya que hierro es demasiado duro para ser cortado con sierra de disco, mientras que para el aluminio no es lo más adecuado el corte con sierra de cinta o de disco, que puede deformar el material -hay que optar generalmente por el láser-, y para el acero puede usarse cualquier sistema por arranque de viruta.