Conocidos por su buena ductilidad, resistencia a la corrosión, a la oxidación, a la presión y al agrietamiento, los aceros ferríticos se usan comúnmente en aplicaciones de automoción, utensilios de cocina y equipos industriales, ya que se trata de aceros que incorporan elementos provenientes de la ferrita, que contienen una alta proporción de cromo (entre […]
Última modificación: 28 octubre 2023
Conocidos por su buena ductilidad, resistencia a la corrosión, a la oxidación, a la presión y al agrietamiento, los aceros ferríticos se usan comúnmente en aplicaciones de automoción, utensilios de cocina y equipos industriales, ya que se trata de aceros que incorporan elementos provenientes de la ferrita, que contienen una alta proporción de cromo (entre un 10,5% y un 27%), una baja proporción de carbono con muy poco o nada de níquel. Además, son magnéticos.
La ferrita es una forma en que se ordenan los átomos de hierro y carbono, con una estructura cristalina de tipo cúbico centrada en el cuerpo, es decir, compuesta por una célula de átomo cúbico con un átomo en el centro (ver más aquí)
Austenítico | Ferrítico | |
Resistencia a la corrosión | Alta | Media |
Respuesta magnética | Generalmente no | Sí |
Soldabilidad | Muy alta | Baja |
Resistencia a altas temperaturas | Muy alta | Alta |
Resistencia a bajas temperaturas | Muy alta | Baja |
Ductilidad | Muy alta | Media |
Ritmo de endurecimiento | Muy alto | Medio |
Endurecible | En frío | No |
La composición química del acero inoxidable ferrítico, con una baja presencia de carbono y níquel, los hace menos fuertes y menos resistentes a la corrosión que los grados austeníticos (series 200 y 300), pero tienen propiedades mejores para ingeniería.
Es también la baja presencia de níquel y de cromo la que hace de este tipo de acero un material más económico (mientras que los austeníticos tienen un mayor coste al contener materiales muy diversos, como molibdeno, silicio, aluminio, titanio y niobio que otorgan diferentes características).
Los ferríticos no permiten trabajarse en frío para reforzarse, debido a su dificultad para soldarse, ya que provocan un crecimiento del grano en la zona de calor afectada y una reducción de ductilidad y posibles grietas. Sin embargo, el incremento del contenido del cromo y molibdeno propio de los aceros ferríticos aumenta la resistencia a la corrosión.
Estos problemas microestructurales originados por la soldadura acotan el uso de ese tipo de aceros inoxidables a grosores muy delgados y, por lo tanto, no se utilizan en la construcción de estructuras y recipientes pesados como sí sucede con los austeníticos.
El acero inoxidable ferrítico es de la serie 400 AISI (American Iron & Steel Institute), con grados que mantienen una estructura ferrítica estable desde la temperatura ambiente hasta el punto de fusión. Dentro de esta serie existen varios grados, entre los que destacan el 430, con un 17% de cromo, utilizado en fregaderos, tambores de lavadora e interiores de lavavajillas, cubiertos, exteriores de neveras, etc., y el grado 409, ampliamente utilizado en la fabricación de tubos de escape de automóviles o en mecanizados que requieren un uso repetitivo.
La serie 400 de aceros ferríticos pueden dividirse en distintos grupos de grados: